- Se trata de una exposición muy singular que surge de la ilustración del libro de poemas “La pastora de mariposas” de Andrea Spinoza (heterónimo del autor) y que está ilustrado por ocho grandes artistas burgaleses.
- La exposición se compone de 40 obras entre pintura, escultura y fotografía y estará abierta hasta el 14 de agosto.
- También quiere ser un homenaje a Javier López-Gil Antoñanzas, recientemente fallecido, quien fue uno de los impulsores de esta obra poética y artística.
De forma inusual abrimos este verano nuestra sala de exposiciones Pedro Torrecilla, para llenar de poesía, luz, color y arte burgalés esta magnífica estancia y lo hacemos de la mano de una serie de artistas burgaleses que, en torno a un café, tuvieron la feliz idea de montar esta exposición para dar forma matérica a un proyecto que primero fue un libro de poemas ilustrado por una serie de obras de distintos autores de nuestra tierra.
El poemario de referencia, “La pastora de mariposas”, está escrito por Andrea Spinoza, heterónimo del autor, que toma una personalidad propia, escribiendo poemas con una gran carga de su ascendencia sefardí a la que hay que sumar un marcado romanticismo de los siglos XVIII y XIX.
Este poemario se divide en cuadernillos, al igual que esta exposición se divide en apartados que se corresponden con cada artista. Quizá, la obra presentada por los creadores no tiene que ver necesariamente con los textos a los que acompaña, pero en sí misma, cada artista deja correr su imaginación y su técnica, dando como resultado una atmósfera de intimismo, bañada por una mística envolvente, utilizando palabras de José Matesanz.
En esta muestra están presentes, al igual que en el poemario, la sensualidad, el amor, la sexualidad, el aire, el agua y la tierra. Mundos reales e imaginarios, creados jugando con la luz, el color y la composición y que, como en la poesía, se enfrentan a la interpretación del espectador ante la obra de arte, en este caso, desasida de su complemento literario.
Son 40 obras entre pinturas de María José Castaño, Jesús Castro, Emilio Herrera, Gerardo Ibáñez, Rafael Mediavilla, José Marticorena, las esculturas de Francisco Ortega y las fotografías en forma de greguerías de “Sacris”. Un elenco de grandes artistas llenos de mariposas, cuya pastora ha conseguido reunir en esta bonita exposición.
Además, esta exposición, quiere ser un homenaje a uno de los integrantes de esas reuniones que pergeñaron esta muestra, su gran amigo, desaparecido hace poco, Javier López-Gil Antoñanzas. Una persona inquieta, amante de la cultura, tocado por una sensibilidad especial hacia el arte y que le llevó a escribir libros como “La experiencia Artística”, donde se cuestiona la dicotomía entre la memoria afectiva, propia del creador y la memoria analítica que todo lo traduce a datos y cuantificaciones, propia de los técnicos. Antoñanzas, siempre animó a esta Andrea Spinoza a seguir creando ese tipo de poesía, que dio como resultado esta maravillosa obra y esta esplendida exposición.
Espero que la disfruten este verano, ya que estará abierta desde hoy hasta el próximo 14 de Agosto.